ETAPA 20. DE MARMOLEJO A EL SANTUARIO DE LA VÍRGEN DE LA CABEZA.
viernes, 2 de octubre de 2015
ETAPA
APADRINADA POR JUAN Y ANA.
¿El yin
y el yan discuten a menudo? Bueno, es igual. Sois mis particulares
yin y yan. Me inculcásteis muchas cosas buenas que ahora se han
juntado aquí: La pasión por la naturaleza, la importancia del
deporte, todo sobre la economía familiar, el intentar ser educado y
respetuoso, el abrirse a las cosas nuevas y desconocidas. Y seguro
que algunas más que ahora se me escapan. No sé si os echo de menos
más de lo que os quiero, o es al revés. Pero en ambos casos es
mucho mucho mucho. Gracias Mama y Papa.
Contador
de Kilómetros: 505,5
Primera
etapa larguilla en la que he descansado en condiciones. Y antes de
salir, Antonio Pastor, técnico de deportes, me ha convidado a
desayunar, lo que me ha inyectado energías. La etapa ha sido larga,
con dos banderas azules sorprendentes, cansada por algunos despistes
que me han supuesto volver sobre mis pasos y con deshidratación de
regalito incluído.
Me he
dirigido hasta el puente de Marmolejo y el balneario en ruinas, al
que con pena le he echado una última foto para seguir por el camino
que va pegado al Guadalquivir. Ya los mojones me han dado una primera
sorpresa, porque yo creía que desde la central hidroélectrica debía
comenzar a ascender, y sin embargo las indicaciones eran claras hacia
adelante. He seguido con unas tremendas vistas sobre el remanso del
Guadalquivir, pero con la mosca tras la oreja, porque el camino ha
desechado una segunda subida. Y cuando he llegado al arroyo Comisario
he visto que, sin mojones a la vista, algo fallaba. Y el fallo era
yo. He vuelto mis pasos atrás, comprobando que, efectivamente la
última señal marcaba la dirección que yo había tomado y entonces
he vuelto a repasar la topoguía y... sorpresa. Existe una
modificación del trazado para eliminar unos cuantos kilómetros de
asfalto que yo había pasado por alto. SEÑOR JONATAN TORRES:
¡ARREGLE ESTO! (risas). De todos modos, el puente sobre el arroyo
Comisario está claramente huérfano de alguna señal.
Ruinoso estado del balneario.
El remanso del Guadalquivir.
Este cruce está pidiendo un mojón a gritos.
Pero
vaya, ya a partir de ese momento la señalización es óptima. El
camino conduce subiendo por el fondo de varios arroyos para terminar
con un espectacular repecho. Y ahí va una bandera azul. En un
entorno de monte mediterráneo precioso, he visto rabilargos para
montar una rabilarguería, conejos, perdices, águilas perdiceras,
urracas, dos serpientes. Y abrevaderos en los que entraban ganas de
meterse a chapotear. Y ese repecho... San Julián del Cobre, los
gemelos me echaban chispas; un auténtico reto deportivo para
terminar el tramo de bandera azul que acaba enlazando con la pista
que asciende hacia la Aliseda habiendo dejado ya atrás el mirador de
las Majadillas.
El nuevo tramo presentaba un monte esplendoroso.
Qué maravilla de abrevadero.
El tramo
de ascenso hasta el llano donde se encuentra el cruce de la Aliseda
ofrece vistas alucinantes primero hacia la campiña jienense y
después hacia el entorno del valle del Yeguas. Y al comenzar a
llanear ¡oh! Sorpresa. El sonido de la berrea esporádica ya venía
avisando, hasta que me he dado de bruces con un ciervo macho, que no
ha huido despavorido y me ha permitido fotografiarlo sin problemas:
¡Alucinante! Luego venía la otra parte del capítulo: 4 o 5 hembras
más adelante y otro macho después. Todos visibles. Pues todavía no
me creo lo que voy a escribir: en esta etapa ha llegado un punto que
ya he visto ciervos y no les he dado ninguna importancia, he pasado de ellos. Imaginad si
he visto, tanto ciervos como gamos con su característica cornamente
más redondeada. Tendría que haberlos contado, "cagoentó".
Más de 200 seguro. He visto machos solos, hembras solas, grupos de
hembras, harenes, harenes compartidos, harenes disputados. Incluso en
una dehesa muy abierta pasado Navalasno viejo, me he sentido carne de
documental, pues parecía que estaba en la sabana por la cantidad de
ciervos y ciervas que había por todos sitios. Así que todo este
tramo, desde un poco antes de la entrada a la cancela del parque
natural y hasta llegar al santuario se lleva una bandera azul por el
espectacular medio natural y por los venados por metro cuadrado que
uno se encuentra.
Esta y las siguientes: sucesión de vistas, la campiña, el valle del Yeguas, hacia Ciudad Real y el Valle del Jándula. Las dos últimas, fotos de ciervos.
Descontando
la cuestión de los ciervos, el camino se muestra en general bien
señalizado, alternando partes de pista con parte de sendero.
Generalmente entre pinos, dehesas jóvenes de encinas o arbolado
mixto, aunque también he podido fotografiar enebros de gran porte.
Excelentes vistas repartidas en todas direcciones: primero hacia el
valle del Jándula, con el siempre presente cerro del Cabezo y mi
final de etapa allá en la lejanía. Y luego, cuando se le pierde la
pista al Santuario, nuevas vistas sobre el valle del Yeguas, y al
norte hacia Ciudad Real, con la Sierra Madrona. Antes de bajar hacia
el cortijo de Navalasno Viejo he sufrido lo que creía era un
despiste, y tras darme de bruces con una cancela con candado, he
vuelto sobre mis pasos porque mi topoguía explicaba que había que
tomar un sendero que se separaba de la pista. Pero ¡ay amigo! En mi
descargo diré que era lógico despistarse porque he podido comprobar
que la señal de aspa del GR estaba quitada y tirada al suelo. Sería
un detallazo bueno bueno que la gente del GDR arreglara esto (guiño).
Y desde ahí, precioso descenso hacia un arroyo y subida (que se ha
hecho larga por la deshidratación) entre berrocales hacia el
Santuario. Olé la etapa.
Delicioso encinar joven con el sendero a la izquierda.
Ejemplar de enebro.
Una caída que confunde.
Berrocales graníticos. Una constante al final de la etapa.
En el
santuario de la Virgen de la Cabeza me he encontrado con... nadie. Es
la primera etapa en la que el patrimonio me lo como yo sólo. Pero
vamos, que es fácil. El patrimonio se reduce al santuario.
Santuario
que vemos con una reconstrucción total y absoluta, pues en la guerra
civil 200 guardias civiles ahheridos al golpe de estado se hicieron
fuertes, y el bando republicano bombardeó sin tregua durante 9 meses
el enclave hasta terminar con la sublevación y, de paso, reducir a
escombros todo lo que había, que no olvidemos que estaba desde
finales del siglo XIII. Así las cosas, lo que se ve actualmente es
de una sobriedad absoluta, sin ningún asomo de originalidad en el
trazado. Me ha gustado el pasillo de acceso a la Virgen, con fotos
antiguas. La imagen no se puede fotografiar (¿Porqué?), por lo que
he intentado hacer la foto desde dentro de la iglesia. Tiene
igualmente un bonito claustro y una zona para las ofrendas, que es
algo que a mi personalmente siempre me gusta ver aunque me da una
mezcla rara de grima y curiosidad. Y eso sí, unas vistas
alucinantes, tanto al norte dirección a Ciudad Real, como al sur y
al este hacia la campiña jienense y las béticas que se dibujaban en
el horizonte perfectamente. Está claro que la elección del enclave
fue ya acertada en su día.
Esta y las dos siguientes: detalles del sobrio edificio.
Esta y las dos siguientes, imágenes antiguas de romerías.
Esta y la siguiente, imágenes del claustro.
Sala de las ofrendas, o "Autoescuela La Cabeza"
Esto estaba entre las ofrendas... ¡ya sabemos porqué gana el Barça!
Gracias
querido Jonatan por, pese a llevar una piara de kilómetros en lo
alto, tener fuerzas suficientes por la tarde para acercarte desde el
hotel hasta el Santuario (...bromita...)
NOTA: Recojo el guante de mi querido amigo Antonio (coloquialmente Pin), y espero tener listo para justo cuando termine las etapas, una votación para que digáis cuál ha sido vuestra etapa favorita. Se tratará de un link que os dirigirá a una página segura de voto, que sólo permita un voto por dirección IP para evitar suspicacias, así que elegid bien. Se trata de una elección subjetiva, con criterios libres: porque sea la etapa de vuestro pueblo, o la del pueblo de vuestro novio o la del pueblo de la amante de vuestro novio. Porque sea la que yo haya hecho más el tonto, o más el listo. Porque sea la que tenga el camino más bonito, o el pueblo más espectacular o la que yo salga más guapo dando las gracias a los padrinos. Lo que queráis. Vayan eligiendo, señores.
2 comentarios:
Y aqui donde dormías?
Pues en un hotel. De algo tenía que servir el apadrinamiento jeje
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